Somos una comunidad de chicas que viven para Dios y aman con todo el corazón.
Aquella relación que empezó sin dirección ni propósito, aquella relación en la que mi corazón buscaba llenar vacíos, donde no creía en la figura masculina; una vez que Jesús transformó mi vida, mi noviazgo se vió transformado.
Cuando mi relación con Jesús comenzó, era fácil predicar, sonreír y amar; estaba viviendo en el primer amor, como la Biblia le llama. A medida avanzamos en nuestra relación con Dios nos damos cuenta que necesitamos un guía y dos opciones se nos presentan: la ley o la gracia.
Aquella relación que empezó sin dirección ni propósito, aquella relación en la que mi corazón buscaba llenar vacíos, donde no creía en la figura masculina; una vez que Jesús transformó mi vida, mi noviazgo se vió transformado.
Lysa Terkeust tiene una historia magnífica. Magníficamente dolorosa pero también magníficamente llena de gloria. Siendo una figura pública muy influyente en el mundo de los cristianos, atravesó una infidelidad en su matrimonio.
La sanidad y transformación en tus emociones no sucede en una hora o día especifico, pero por medio de Dios y el tiempo si logra ocurrir. Dios transformó mi dolor en gozo, mi lamento en fuerza y mi miedo en valentía.
Sin importar tu pasado, lo que hayas hecho o lo que te hicieron, Dios quiere tomar el primer lugar en tu vida y traer un tiempo de sanidad y restauración.
A pesar de que tenemos esa maravillosa promesa de sanidad de Dios, ¿Por qué se nos hace difícil entrar en un proceso de sanidad y restauración? Puede haber muchos motivos, pero quiero presentarte tres.
El 2020 nos dejó una lección muy importante: no somos dueños de nuestros planes. Bodas, graduaciones, viajes, trabajos, todo cancelado de la noche a la mañana. ¿Qué significa esto? ¿Qué ya no debo planear nada?
La sanidad y transformación en tus emociones no sucede en una hora o día especifico, pero por medio de Dios y el tiempo si logra ocurrir. Dios transformó mi dolor en gozo, mi lamento en fuerza y mi miedo en valentía.
A causa de nuestro temor ante el poder de las emociones, la cultura nos ha enseñado ciertas declaraciones que nos evitan sentir con libertad y nos empujan a dormirlas, pero juntas vamos a exponerlas a la luz de Dios.
¿Les ha pasado que de tantas veces te repiten algo, te lo llegas a creer? Justamente eso me paso a mí, me importaba tanto lo que la gente dijera que empecé a prestarle más atención a esas palabras que a lo que Dios decía de mí.