3 consejos para construir una relación sana
Escrito por la worshipera, Diana Fuentes
Como hijas de Dios estamos llamadas a mostrar un amor sobrenatural, diferente al mundo y fuera de las barreras del mundo. El Dios del amor nos ha llamado a amar extravagantemente y esto se debe reflejar en nuestras relaciones.
Una relación importante que podemos tener es el noviazgo, este debe tener una visión hacia el matrimonio. Ambas partes deben estar de acuerdo que este será el futuro hacia el cual se dirige la relación. Estamos llamadas a construir familias de acuerdo al reino y matrimonios que reflejen la naturaleza de Dios.
El noviazgo es simplemente la base de la construcción, es por eso que debemos notar aspectos de nosotras, ciertos patrones, acciones que debemos manejar, que en el futuro pueden perjudicar e incluso sabotear una buena relación. En este proceso es fundamental pedir consejos, estar rodeado de una comunidad y ser intencionales.
Es por eso que aquí te compartimos tres consejos para construir una relación de noviazgo sano:
- Mantengan un yugo igual: El tener un yugo igual es cuando dos bueyes están listos para llevar una carga juntos y así completar su trabajo en el campo.
En una relación, ambos deben estar conscientes y dispuestos a hacer el trabajo que requiere la relación. El ser cristiano no significa que la relación será fácil, ambos deben trabajar en el campo como equipo, pero también individualmente. Los cristianos conocemos lo sacrificado que es el amor, no se rinde, no se acaba y siempre espera lo mejor. Así que siempre ambos deben ponerse de acuerdo en cultivar la relación y compartir el yugo, pidiendo ayuda a Jesús en nuestras debilidades.
- Sean mejores amigos: La confianza es la base de toda relación y la amistad es un reflejo de esta confianza. Muchas chicas tenemos un modelo mental de debe ser hombre perfecto, pero a veces nuestra pareja no cabe en esa caja y tratamos de forzar un cambio. Sin embargo, no estamos llamados a cambiar a nadie, ese es el trabajo de Dios. A lo que sí, estamos llamadas es a impulsarlo a ser quién Dios lo llamó a ser.
Si tratas de cambiar a tu pareja, lo vas a frustrar, cansar y crearás fricción, de esta forma no podrás disfrutar quién es Él.
Somos sus amigas, ayuda idónea; habrán momentos difíciles en el que tendremos que levantarlos, tener el valor de escuchar cosas difíciles y apoyarlo sobre todo. Siempre escuchemos y reaccionemos con amor. El amor no busca lo suyo sino que el otro crezca.
- Siempre poner a Dios en el centro: El tener a Dios en el centro de una relación no es sinónimo de pasar 24/7 en la iglesia. Poner a Dios en el centro es invitarlo en los momentos ordinarios: en el mall, en una cita, en el trabajo, en la universidad, etc.
Esto se ve en acción porque Dios es el verbo: ayudar, orar, ser paciente y honrar a Dios con nuestra relación. De igual manera, en la toma de decisiones, dirijamos nuestros pensamientos hacia lo bueno y busquemos en todo glorificar a Dios juntos. Mantené siempre presente, orar sobre tu relación, sobre tu novio y sobre vos misma.
Un consejo extra que te servirá no solamente en tu noviazgo, sino en todas las relaciones en tu vida:
- Amen con todo su corazón: No hay mejor manera de vivir que amar con todo tu ser. Dios es una fuente inagotable, nunca te quedarás vacía. Demos amor desde la abundancia que tenemos en Dios. Amemos de manera sobrenatural e incondicionalmente de esta forma conoceremos el amor de Dios.