Olga Mejía, venció el trastorno bipolar
Escrito por la worshipera, Olga Mejía
Cuando le preguntaba a Dios sobre qué aspectos de mi testimonio compartir, fue claro lo que escuché… hablá sobre tu vida después de nacer por tercera vez, ¿por tercera vez? ¡Si!
Biológicamente nacemos y venimos a este mundo después de ser gestadas en el vientre de nuestras madres (primer nacimiento), luego a lo largo del camino, al conocer a Jesús, podés tomar la decisión de presentarle tu vida y aceptarlo como tu Señor y Salvador (segundo nacimiento) y en mi caso particular un 27 de abril de 2019, luego de ingerir 160 pastillas, con el fin de acabar con mi vida, culminó en algo totalmente diferente, mi tercer nacimiento.
Tras enfrentar un proceso duro y largo, luchando contra la depresión mayor, trastorno de ansiedad y lo que según los médicos era además, un trastorno bipolar, decidí que este mundo no era para mí y que mi mejor opción era morir; pero gracias a Dios, sus planes para mí eran y siguen siendo de vida, amor y gracia inmerecida.
En mi noche más oscura, en el peor de mis desiertos, en las heridas más profundas que guardaba mi corazón y mi cuerpo, aprendí que tocar fondo no es lo peor del mundo, ya que sólo en ese punto te das cuenta que al perder todo, solo queda una opción… volver a encontrar y ganarlo todo en Cristo.
Luego de esa noche de abril, unos cuantos días en el hospital y un proceso de restauración, Jesús me enseñó algunas cosas que me gustaría compartir contigo:
- Ningún proceso es lineal y estos no están vinculados con el tiempo que pasés atravesandolos, sino con tu intimidad y obediencia con el Padre.
- Hay dignidad en las lágrimas y heridas de cada proceso y citando a Kalley Heiligenthal, “Las lágrimas riegan las semillas de aquellas cosas que algún día esperamos vuelvan a nacer o renacer de nuevo en nosotros“.
- El suicidio no es de cobardes; ni vivir de valientes, la vida es para los que seguimos teniendo la bendición de respirar un día más, así que VIVÍ, ya sea con o sin miedo, con o sin luchas; pero vive, porque solo así tendrás la oportunidad de vencer junto a Cristo.
- Dios no le teme a tus dudas y preguntas, así que tené la confianza de preguntar, de diferir de vez en cuando con todo lo que el mundo, incluyendo el mundo religioso, te dice que es “normal” y ojo no te aliento hacer cosas que te aparten de Dios; pero tené la certeza que el Señor no usó fórmulas ni moldes para crearnos, al contrario fue su imagen y semejanza la que nos formó a cada una de nosotras, es por eso que está bien ser diferente, está bien tener dudas y preguntas, está bien buscar respuestas, pero procura que tu motor de búsqueda sea siempre el amor del Padre.
- No hay mejores brazos y oídos para expresar tu vulnerabilidad que los brazos de Jesús. Eres escuchada, amada y deseada por el Padre y aún antes de nacer ya Él había fijado un propósito para ti, así de importante eres para Él.
Hoy por hoy, puedo compartirles que la vida con Jesús después de mi tercer nacimiento es increíble, descubrí nuevos talentos, hobbies, encontré amistades maravillosas que me impulsan día a día y una comunidad que honra mis procesos y celebra mis victorias, a pesar de eso aún enfrento luchas y dificultades, pero esta vez tengo la certeza que soy AMADA, tengo VIDA y un PROPÓSITO eterno en los cielos y en esta tierra.